jueves, 16 de marzo de 2023

RETRATO, POR LA PINTORA ISA MANTERO

 

 Mi amiga, la pintora Isa Mantero, me ha obsequiado con este regalo. Cuando lo abrí, me vi a mí misma por dentro y por fuera, con mis luces y mis sombras, ni una más, ni una menos. El regalo ha sido doble porque me has pintado sonriendo, para recordarme cómo me gusta mirar a la vida. Gracias, amiga, un gran abrazo. 



jueves, 2 de marzo de 2023

COSAS DE LA VIDA, microrrelato ,percepción de la vida

La vida es del color del cristal con el que se mira, dice la sabiduría popular, y eso incide en la calidad de nuestras vivencias, en nuestra capacidad de disfrute, en el uso que hacemos de nuestro tiempo. A cerca de ello va este microrrelato. 

Cosas de la vida , María Auxiliadora Martínez Ruiz, 2023

—Aquí vinimos a descansar —se resiste Anita cuando la sacan a bailar.  En fin, puede que la fiesta no sea tan buena idea. Mela se pone de pie y, haciendo una grácil reverencia, coloca su mano en la del joven. Los demás miran ajenos pero sus ojos azules se iluminan. —¡Qué sonrisa tan bonita tiene este monitor! pero ya me ganó la tuya hace mucho tiempo. Y… no baila mal el muchacho, pero eres tú quien me lleva, mi único amor. —De los cincuenta para arriba… —les oye Mela murmurar y responde para sí — Amor, yo de la vida solo me llevaré sus besos. Las amarguras, las dejo para los que miran”- Y así, cerraron el baile.



Ilustración,  María Auxiliadora Martínez Ruiz, 2023

 Música sin derechos de autor,  Vals in A minor, B. 150 (Chopin)


lunes, 20 de febrero de 2023

BELLEZA Y JUVENTUD, microrrelato , temor a envejecer, ideal de belleza

 Nuestra idea de plenitud, a menudo, se estanca en la juventud. Pero la vida no se queda ahí, se expande en otras muchas dimensiones. Desde la experiencia, muchos te dirán que cada momento que vivimos es lo que realmente tenemos; es ahí donde podemos encontrar la plenitud. Sé que no es una idea nueva y me alegro por ello. Aquí va mi pequeña aportación.


Belleza y Juventud , María Auxiliadora Martínez Ruiz, 2023

¡Acelera! –gritaban de vuelta al barco. Entonces no entendí nada. Mi grupo fue abandonado en esta isla justo en el día de nuestro cincuenta cumpleaños. Minutos después, surgía de la espesura una extraña comitiva de aspecto cuasi-humano. Nunca había visto sienes plateadas; mostraban el semblante atrozmente surcado de pliegues, y los andares vacilantes. Llevaban a uno de los suyos, y en la forma que lo tomaban, aquél cuerpo se me antojó de repente frágil y precioso.

-¿Qué le pasa? – pregunté.

- Ha muerto.

-¿Y a vosotros? –Somos viejos. No lo entiendes ¿verdad? A ti  también te pasará; pero escucha muchacha, si el barco volviese a por mí, elegiría quedarme.



Ilustración, María Auxiliadora Martínez Ruiz, 2023

Música :"Hayden Folker - To See The Past" is under a Creative Commons (CC BY 3.0) license. https://soundcloud.com/hayden-folker Music promoted by BreakingCopyright: https://youtu.be/x66xYJn5Oco

miércoles, 8 de febrero de 2023

AMOR AL RIESGO, microrrelato, las conductas de riesgo y la rutina

En muchas ocasiones, nos sorprende conocer otros aspectos de la vida de quienes que nos rodean. Puede que, de repente, te parezca que no conocías a esa persona tanto como esperabas. Tendemos a hacer valoraciones, juicios, porque catalogar nos hace sentir seguros; pero también nos impide darnos la oportunidad de conocer una realidad más amplia, por el simple hecho de que no nos encaja. Y en el fondo ¿por qué poner topes a la vida?

Este breve microrrelato te cuenta una sorprendente cotidianidad. 





Amor al riesgo

¡Acelera! Toma el pulso a la Harley ¡Tiembla mundo! En otra ocasión salta de un puente y cuando es inevitable, la salva el arnés. Al pie de un acantilado roba secretos al coral, o baja cual araña, del vientre de un avión: un, dos, tres ¡tira de la argolla!  Todo se rinde a sus pies. Es la respiración que se corta, la sangre agolpada en la cabeza… La vida vale más llevada al límite. Al comenzar la semana, se coloca sus gafas y se sienta tras el mostrador bajo una luz artificial-“Ssss... Estamos en una biblioteca, señores – .El lunes nunca se arriesga.

Texto e ilustración son © 2023,  María Auxiliadora Martínez Ruiz.

Music by BackgrounMusicAO

More info: https://youtu.be/jHUFBVl5zjQ

 


sábado, 24 de diciembre de 2022

FELICITACIÓN DE NAVIDAD


 

Vivir la Navidad

La Navidad...Ha nacido el Amor, aunque el amor nunca muere, va con nosotros. Cuando era niña me encantaba esta época del año. Mi tía y su neceser inauguraban cada Navidad, trayendo consigo el brasero de cisco, el aroma a incienso y alhucema, a las rosquillas de limón y los pestiños que mamá y ella preparaban en la cocina, y, como no, el sabor de la masa cruda que mi hermana y yo rebañábamos del cacharro; mi padre y mi abuelo montando el nacimiento; las calles adornadas de luces, los escaparates navideños, el humo de las castañas, las colas infinitas para ver los belenes y un globo atado a la muñeca.

Mis ojos saltaban del globo a las caras de la gente; Niños como yo, ilusionados con la noche mágica, con su “carta de Reyes” en la mano. Padres que sonreían a sus hijos o los tomaban sobre sus hombros para mostrarles los espectáculos de calle; impagables miradas de asombro...

Me cruzaba con los rostros de gente mayor, ensimismados unos, sonrientes otros; de esos que les “tiran de la lengua” a los más pequeños por hacerse pequeños con ellos…

Estaba segura de que cada una de esas personas esperaba con ansias el Belén, los villancicos, los dulces, la noche mágica…sin sospechar que la mayoría ya llevaba surcos en el corazón; unos más superficiales y otros más profundos. El mío aún no había sido tocado por el dolor; estaba nuevo, apenas podía esperar, empujaba los días...

Hoy, formo parte de ese grupo de los adultos, que pueden compaginar la alegría con un corazón marcado; que acepta un momento para cada cosa y para quien el regalo verdadero es poder compartir el instante presente. Hoy los aditivos se diluyen y queda solo la esencia.

Te deseo, aún en los momentos difíciles, una Navidad donde no falte el abrazo que te haga llegar todos los abrazos pasados y futuros. Te deseo una Navidad presente.

Texto de María Auxiliadora Martínez Ruiz.
Música 🎶 Canción: Ikson - Christmas
Música proporcionada por MSC: https://bit.ly/msc-navideña

lunes, 19 de diciembre de 2022

ENTRAR EN EL JUEGO relato fantástico desde una cámara fotográfica

 Miles de universos fantásticos aparecen en lo que dura un pestañeo; tras un espejo, bajo el agua, o a través de una lente. Mundos que nuestra mente crea a su antojo,  viajes sin pasaje de ida y vuelta... sin más equipaje que lo que somos capaces de imaginar. 

Otra vez, un dibujo de mi amiga, la pintora Isa Mantero, ha  servido de hilo conductor a un nuevo cuento. Te propongo ahora un breve viaje a algún lugar de tu fantasía. 




Entrar en el JuegoMaría Auxiliadora Martínez Ruiz, 2022

«El encuadre es absolutamente precioso, la forma en que incide la luz en el agua, y las coloridas casas de los pescadores... Sin duda ha sido buena idea viajar hasta aquí. Mejor tomo la fotografía desde este ángulo». Giro el objetivo y, justo en el momento en que disparo, una mano toca mi hombro.

—Oiga, señor, te vendo una conchita gratis —. Una niña me está mirando con sus grandes ojos. Entre las manos, lleva una caja de cartón y dentro, unas cuantas conchas recogidas de la playa —. ¿Estás haciendo una foto?

—Esto no es una cámara —. Decido iniciar el juego.

—¿Qué es?

—Es una puerta a un lugar mágico ¿Quieres mirar? —. Ella, inocente, me devuelve un gesto afirmativo y se asoma.

—¡Wow! Es alucinante ¿Yo puedo entrar ahí?

—Claro, solo tienes que darle aquí, a este pulsador. Te mostraré cómo.

Miro a través de la pantalla digital de la cámara y simplemente, no puedo creer lo que veo. Lo que estoy contemplando es una perspectiva en blanco y negro del mismo lugar en donde me hallo de pie. No es que se le haya ido el color ¡es que son trazos! Observo mis manos, las muevo…   No hay duda, se trata de un dibujo animado.  Estoy dentro. Me pregunto cómo es posible.

— ¿Hay alguien aquí? —nadie me contesta.

Miro a mi alrededor y se me antoja sacado de uno de los comics que leía de pequeño. Entonces, delante de mí, advierto una masa oscura, un borrón que se va transfigurando en una silueta. Es una joven de melena larga y porte enérgico que, embutida en unos Jeans, me lanza una mirada de angustia. Sólo pronuncia una palabra:

—¡Corre!

Otras figuras comienzan a tomar forma, hombres, mujeres, niños, todos con la misma inquietud en el rostro. Vienen en tromba hacia mí. Instintivamente, levanto las manos a modo de parapeto. Uno de ellos, me toma por los hombros y me dirige hacia el lado contrario.

—¡Corra, hombre de Dios, que ya está aquí!

Intuyo el peligro, se me acelera el corazón; me rindo al momento; doy las zancadas que mis piernas me permiten, entre una masa de gente que huye hacia el agua. Nos introducimos más o menos hasta la cintura; quedamos quietos como esculturas en medio de las olas que se empeñan en demostrar que no somos rocas.

 —¿Por qué nos quedamos aquí?

—Porque así no puede olfatearnos

—¿Quién?

—El Calambo, un monstruo.

—Pero nos verá —. Sonrío con ironía y él me devuelve la misma expresión.

—No tiene ojos —me susurra.

Es cuando paso de la incredulidad al pavor. Me quedo mudo al verlo aparecer tras las casas de los pescadores. Se mueve como un felino de dimensiones inauditas. Su negro pelaje brilla al sol. Efectivamente, no distingo sus ojos, pero sí unos largos y finos bigotes que terminan en pequeñas voluptuosidades que, puedo imaginar, son sensores olfativos. Se queda parado, huele el aire, mueve la cabeza en distintas direcciones…Sus orejas, pequeñas y curvadas, giran también como un perfecto radar.

Cada uno de nosotros lleva el miedo incrustado en cada fibra del cuerpo. Uno de los niños del grupo, hace ademán de llorar y todos nos encogemos, menos el hombre que me habló momentos antes, que se gira con sigilo hacia el pequeño y le coloca el dedo sobre los labios —shhhh”. — La madre, lo vuelve hacia sí y lo abraza. El niño se traga las lágrimas a la par que los demás suspiramos.

            La bestia avanza palpando el terreno, fiero y delicado a la vez.  Siento el sudor resbalando por mi frente mientras los pies se me congelan bajo el agua. A pesar de todo, es un animal tan hermoso que mis manos actúan por su cuenta. Noto la adrenalina; levanto la cámara, enfoco y disparo. Al simple “click” sigue un rugido que nos hace tambalear.

—¡Nos ha descubierto, salid del agua! ¿En qué pensabas, extranjero? Nos has puesto en peligro ¡sigue corriendo! ¡hacia el bosque, id hacia el bosque!

            A unos metros de la playa, se divisa una zona de vegetación; nos dirigimos allí tropezándonos, cayendo… ¡Arriba! ¡corre de nuevo! —te ordenas a ti mismo. 

Tal como nos internamos, la gente sube a los árboles más altos y se pierden con facilidad entre el follaje. Seguramente no es la primera vez.   Ayudo a subir al último de los niños; los adultos lo agarran en volandas tal como lo alzo.   Es curiosa la mente que aún en medio del peligro, se apega a un pequeño detalle. En ese instante, reparo en un tatuaje, una estrella, que todos, incluido el pequeño, llevan en la parte interior de la muñeca. Ahora me extienden a mí los brazos, pero ya es tarde. Siento su aliento en mi cuello y su respiración acelerada.  Aún tengo tiempo de pensar en la justicia natural; me lo merezco por mi torpeza, pero no quiero morir aquí.  Me vuelvo lentamente para toparme con unas fauces de color rojo oscuro que se abren húmedas ante mi rostro.

—Deja al señor ¡vamos!

La chiquilla de los ojos grandes continúa mirándome y un chucho está lamiendo el objetivo de mi cámara, aún en posición de disparo.

—Adiós señor —. La niña agita su mano en el aire. La sigo con la mirada sin entender qué ha pasado. Da unos pasos y se gira —. Se me olvidaba, aquí tiene su conchita —. Y al alargar la mano, la veo; lleva la misma estrella que vi en la muñeca de aquellos que huían del calambo. Juraría que en su sonrisa infantil ha cambiado…

—Calambo ¿Qué haces? Ven aquí, deja al hombre.

 Luego ella y su perro desaparecen entre las casas y yo me quedo allí pasmado. Puede que haya sido mi cerebro que necesitaba su aporte diario de adrenalina y no quiera tomarse las vacaciones que, evidentemente, necesito. O es posible que, cuando la agencia de viajes me vendió “una isla con encanto”, la expresión fuese más literal de lo que yo pensaba…O tal vez…« ¡Mira qué gaviota en ese cielo azul, es una maravilla! —disparo y el instante queda congelado en el tiempo».

Ilustración: Isa Mantero

Música: The Encounter by Scott Buckley  Under the Creative Commons ‘Attribution 4.0 International’ (CC BY 4.0) License.


viernes, 9 de diciembre de 2022

LA MANO DE DON MANUEL, microrrelato, sobre el maestro de nuestra infancia

 



La mano de Don Manuel, María Auxiliadora Martínez Ruiz, 2022

—“Además, me voy a chivar a mis padres” ¿Pues no va el chiquilín y se me planta?

—La chavalería ya no es la que era- apunta el conserje.

—Que no Francisco, es solo encontrarles el punto. Ese punto en que dejan de escucharse  a sí mismos para oír a los demás. La lástima es que crecen —suspira Don Manuel mientras limpia sus gafas. Y es que él es de esos maestros con olor a infancia; te hacen sentir la dicha de ser único; guían  sin levantar la voz siquiera… el maestro que te guardas cuando dejas el colegio y vuelves a querer cuando los años te enternecen.

Texto e ilustración son © 2016, María Auxiliadora Martínez Ruiz
Música: Song: "Scott Buckley - Growing Up [Piano]" is under a Creative Commons license (CC-BY) Music promoted by BreakingCopyright: http://bit.ly/b-growing-up