jueves, 14 de julio de 2022

UN MOMENTO, UNA OPCIÓN, relato sobre la capacidad de elección

 


Soy consciente de que el mundo enfrenta momentos duros, guerras, injusticias, cambio climático; el propio planeta se nos queja, arde, se desborda, y se estremece; hay paro, necesidad y en todo este mar que parece no tener freno, resulta fútil atreverse a mirar hacia la belleza.  Hay cientos de manuales, charlas, sobre cómo vivir feliz. La humanidad, a lo largo de la historia, ha buscado ese secreto y, probablemente, cuando te levantas con el pie izquierdo sea el momento idóneo para prestar atención. Pero hoy, curiosamente, la lección salió al camino, a buscar a la aprendiz.

Hoy me encontré con una amiga a la que hacía tiempo que no veía. La recordaba en su juventud, cuando la vida era un signo de interrogación para ella, un hermoso interrogante y la hallé madre de dos preciosos gemelos. Me dio tanta alegría volver a verla…

Ni recuerdo qué pensé a continuación, pero la sonrisa se quedó impresa; a lo mejor me olvidé de que la llevaba. Y he aquí, que aquel instante se dirigió a mí directamente. Un hombre venía de frente. Un extranjero  cargado con pesadas bolsas, en las que posiblemente guardaba toda su vida. Con seguridad, le quedaba un día duro por delante. Me miró y me comentó —Si todo el mundo llevase esa sonrisa, seríamos más felices —verdad que sienta bien— le contesté —. Pues me llevo esa sonrisa conmigo para que me acompañe todo el día. —me dijo en su español con acento y siguió caminando hacia delante sin borrar la suya de la cara.

Un momento, nada más, algo hecho sin intención, dio un instante de paz a alguien y se reflejó en mí misma. No se trata de una visión romántica de la dificultad, sino de una opción de vida, la que aquel hombre tomó, aún sin seguridad bajo los pies.


Imagen, texto y voz son © 2022 María Auxiliadora Martínez Ruiz

4 comentarios:

  1. Me ha encantado, me parece una opción de vida maravillosa. Yo la comparto contigo.

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  2. Como dice la canción “Hay sonrisas que te salvan, abrazos que arreglan tu mundo”.

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  3. Me alegra que así sea, ojalá la compartan muchas personas

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  4. Me ha encantado tu historia, un episodio fugaz, pero que queda impreso.
    Qué relato tan esperanzador. Cómo puede alguien con un gesto innato, y sin ser consciente, cambiar el ánimo, el color gris de la rutina, de los problemas, por uno más vivaz que te envuelva en el optimismo y contagie pequeños trazos de felicidad. Un mensaje ilusionante dentro de una voz que, de nuevo, hechiza. Qué más se puede pedir, querida amiga, Auxi.

    Un abrazo.

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