A veces pensamos que vivir libre es apartarse para evitar el dolor. Lo cierto es que no hay luz sin sombra, y lo que evitamos es vivir.
QUIERO UNAS ALAS
Quiero unas alas…
Para no sentir el terror que atenaza mi garganta, cuando el
suelo desaparece bajo mis pies,
así podré observar en la distancia, sin apegos.
Planearé sobre el viento en lugar de bregar contra él,
frisaré la hierba, beberé del río,
y alzaré el vuelo en contrapicado hacia las nubes,
porque a nadie pertenezco y porque nada me retiene;
porque soy ave de paso.
Quiero unas alas…
Y cuando la tormenta llegue,
me refugiaré en el pico más alto, en la más profunda cueva,
y saldré cuando el sol brille a través de las gotas de
lluvia.
Al final, mirarás hacia atrás para
ver que has viajado hasta el último lugar en mundo,
excepto al corazón;
ni al tuyo, que descansará intacto e inmaculado, ni al de nadie.
Así sabrás que, como
no has jugado, nunca perdiste,
tampoco ganaste…Tal
vez, no hayas llegado a vivir.
Déjalo entonces, prefiero caminar sobre la tierra.
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