MI QUERIDA SEÑORITA IRINA, relato corto sobre la permanencia del niño interior en el envejecimiento
La vida me ha situado al lado de personas que con los años, conservan la mirada de niño y la capacidad y la generosidad de arrancar sonrisas de los demás. A todas las personas con este don, y en especial, a mi padre, va dedicado este relato corto. Me siento agradecida por ello.
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